29/11/12

la dolce vita
no viniste y el agua
estaba demasiado fría.
había gente mirando.
un niño
tiraba piedras por si el arco
de las ondas me alcanzaba
las rodillas. y pesaba
el vestido como un muerto,
amor, quizá eras tú
que no llegabas o la noche
quemando mi costado
con el hielo dulce de la indiferencia.
¿qué más da? había arruinado
mi último modelo y los zapatos
flotaban desarmados
como el eco sutil de mi derrota.
me emborraché después,
con aquel tipo, lo recuerdo mal,
el que sí vino.

1 comentario:

MâKtü[b] dijo...

Bañarse en fuentes es peligroso...