15/4/12


sé que siento
porque esta herida que no tiene nombre
y que sólo es una llama
incendia cada uno de mis pasos pudriendo
lavadoras, fresas, el arco tibio de mi espalda,
el agujero último por el que escapa el mundo,
como si el agudo dolor punzante de un olvido
que no podemos recordar
pusiese sal en mi café y en mi lengua,
en el silencio que uso para llamarte
más allá de mis pobres instintos
de supervivencia para martes precoces.

4 comentarios:

.A dijo...

dicen que el silencio es el mejor grito..

inma ortiz dijo...

Buenísimo nenita

inma ortiz dijo...

Buenísimo nenita

José A. García dijo...

todos los martes, y los lunes, y los miércoles, suelen ser precoces, llegan sin que nos demos cuenta...

Más allá del chiste, excelente poesía.

Saludos

J.