septiembre me vigila desde un jueves
sabe cosas que ignoro y se aprovecha
luciendo su sonrisa confiada,
frotándose las manos como un viejo
que sabe demasiado y que se calla.
30/8/11
25/8/11
soñé que participaba en una guerra que no entendía, que me sobrevolaban estelas de misiles y el mundo se hacía añicos alrededor. vestía uniforme y corría entre árboles marrones, escapando de las líneas de ataque. la retaguardia había sido vencida por el enemigo. y fui acogida por él, colmada de ternura.
23/8/11
mi casa duele más después de ti
los milímetros de mi cuerpo se revelan
y hacen huelga en el sofá, acorralándome.
tú vuelves al mundo,
existes.
mientras, reinvento mis terrenos
establezco nuevas órdenes de propiedad
y pujo, con todos mis ahorros,
contra cada huella de silencio.
es el curso natural.
es puro darwin entre sillas y escaleras.
es mi boca.
renombro mis dominios en tu ausencia.
es mi boca que idea fiestas con las cosas
hablándoles como a los niños
o a los perros cojos que pueblan las aceras.
el eco me mira extraño.
mientras,
existes,
lejos.
y mi cama se hace monstruosamente grande.
los milímetros de mi cuerpo se revelan
y hacen huelga en el sofá, acorralándome.
tú vuelves al mundo,
existes.
mientras, reinvento mis terrenos
establezco nuevas órdenes de propiedad
y pujo, con todos mis ahorros,
contra cada huella de silencio.
es el curso natural.
es puro darwin entre sillas y escaleras.
es mi boca.
renombro mis dominios en tu ausencia.
es mi boca que idea fiestas con las cosas
hablándoles como a los niños
o a los perros cojos que pueblan las aceras.
el eco me mira extraño.
mientras,
existes,
lejos.
y mi cama se hace monstruosamente grande.
15/8/11
salmo 44
desapareció el puerto de ofir
y con todas sus riquezas
el oro y plata en tus manos.
en el embarcadero
cuna de pavos reales,
sándalo y marfil
no podrás despedirme
ni jurarme: vida mía,
con promesas de palacios
rubíes y perfumes.
(ofir la ampulosa
ya no consta en estos mapas
y su dueño vaga tierras
como un loco).
¿de qué sirven tus tesoros,
rey herido, si pereces
hombre solo entre tus cosas?
¿de qué sirven jade y nácar
cuyo precio me doblaba
sin esfuerzo?
Ya no hay velas
arribando a tus dominios
y el néctar que bebimos
lo disfrutan otros hombres
(menos ricos, menos necios)
en mi lengua.
desapareció el puerto de ofir
y con todas sus riquezas
el oro y plata en tus manos.
en el embarcadero
cuna de pavos reales,
sándalo y marfil
no podrás despedirme
ni jurarme: vida mía,
con promesas de palacios
rubíes y perfumes.
(ofir la ampulosa
ya no consta en estos mapas
y su dueño vaga tierras
como un loco).
¿de qué sirven tus tesoros,
rey herido, si pereces
hombre solo entre tus cosas?
¿de qué sirven jade y nácar
cuyo precio me doblaba
sin esfuerzo?
Ya no hay velas
arribando a tus dominios
y el néctar que bebimos
lo disfrutan otros hombres
(menos ricos, menos necios)
en mi lengua.
13/8/11
entreabrí los ojos. la luz del amanecer se filtraba tiñendo la casa de gris. ¿era él? ¿había vuelto a soñar con él? aquel desconocido que emergía en el centro de todas las pesadillas para asegurarme que todo iría bien. cerré los ojos manteniendo la respiración profunda. si había sido él, quería volver. quería volver a estar dormida, tendida a su lado: segura.
12/8/11
10/8/11
9/8/11
Entonces le pregunté por todas esas cosas que escribía, si eran para mí, si mi nombre habitaba en sus pronombres y al decir ella me reclamaba. Guardó silencio y yo me callé también, incapaz de decidir si otorgaba o negaba con su gesto. Cerré los ojos frente al cielo. La luna, entre nubes, trepaba a velocidad de vértigo. Sus dedos se perdían en mi pelo, devolviéndome al mundo.
8/8/11
el ventilador gira despacio sobre nuestras cabezas.
la ropa tendida inaugura un tiempo nuevo de olores que se cuelan en la casa.
sueño con otoño, vestida de este cuerpo que se asfixia.
y el agua corre, principal, por mi garganta.
miro a través de ti. descubro islas.
el desierto de una tarde interminable me da tregua en tus costillas.
yazgo. yaces.
cualquier verbo es conjugable si alimentas mis pupilas de ti.
el ventilador gira despacio sobre nuestras cabezas. rítmico.
la ropa tendida inaugura un tiempo nuevo de olores que se cuelan en la casa.
sueño con otoño, vestida de este cuerpo que se asfixia.
y el agua corre, principal, por mi garganta.
miro a través de ti. descubro islas.
el desierto de una tarde interminable me da tregua en tus costillas.
yazgo. yaces.
cualquier verbo es conjugable si alimentas mis pupilas de ti.
el ventilador gira despacio sobre nuestras cabezas. rítmico.
6/8/11
3/8/11
de pronto eres un desconocido, pero conoces el sitio donde guardo el pan, el bote donde están las nueces y mi marca de café. lo que es peor, me miras como si supieses perfectamente quien soy y esperases en mis ojos el brillo del reconocimiento. yo nos siento dos extraños y he perdido la manada. vago herida como un lobo entre la nieve abandonada de un bosque solitario. clavas tu pupila en mí, casi suplicante. llegas, con el paso lento, como si tuvieses miedo de que mis dientes afilados se clavasen, en defensa, en la mano que levantas. pero llegas. contigo el olor de mi casa, de sol caliente, de nuestra cueva. parpadeo. sonrío estúpida. tú me escondes en tu pecho. el invierno se evapora y me agarro a ti. somos nosotros. recuerdo.
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