29/5/10

desaparecida por inspiración / en alma de cuenta cuentos / saltando de este lado al otro / buscándote




(perdonadme las ausencias, prometo pasar a leer cuando encuentre un remanso de paz entre las palabras de mi cabeza)

26/5/10

-A las chicas como tú no las salva nadie -me dijo desde el otro lado del café como si no fuese a detener el mundo con su frase.
caminos errados
estoy cansada de los laberintos
que me llevan a cualquier parte
menos a ti



*

25/5/10

habíamos llegado tarde, como siempre, ya sólo quedaban los restos de una guerra en la que no habíamos podido participar, en la que no conocíamos a nadie. hemos perdido, me dijo sentándose en el suelo, jamás podremos regresar a casa. y tenía razón. yo sabía que tenía razón.

24/5/10

Al pasar por el estanco de Ricardo, hoy lleno de gente, descubrió que la guitarra ocultaba otros ojos, negros, que no eran los suyos. Volvió la vista a su camino, pero la curiosidad fue más fuerte. Tras el cristal, Ricardo despachaba a unos clientes, y él -su hermano, su sobrino, quién lo sabe- la miraba de tal modo que, si no hubiese sido por el teléfono, habría entrado a comprar tabaco por primera vez en su vida.
la musicalité
por si te vas,
por si el camino que lleva hasta casa
se te olvida entre los detalles
de otras aceras más concurridas que la mía,
una vez estuviste aquí,
y fuiste feliz.


*
sólo se pintaba los labios cuando estaba enfadada conmigo. lo hacía a posta, para que no la pudiese besar o para tener una escusa si intentaba hacerlo.

23/5/10

Llevaba en jaulas sus sueños, les daba de comer no sé qué para que se estuviesen quietos y la dejasen dormir. Una vez le pregunté por qué hacía eso, por qué no los liberaba, los dejaba sueltos. Me miró de media luna antes de responder porque tengo miedo.
proscenio
tengo miedo de que apaguen esa luz
-tengo miedo de volver a ser yo-.

21/5/10

-Últimamente pareces distraída -me dijo apartándome el pelo de la cara para mirarme a los ojos-, ¿estás bien?
¿Y qué le iba a decir? ¿Que guardaba ya en cajas para el desván cada una de sus sonrisas? ¿Que sentía pena de mí misma? ¿Que ni siquiera nevaba como si fuera invierno? ¿Que tenía ceniza en los bolsillos y la manzana se me atragantaba cruel en la garganta? ¿Qué le iba a decir? ¿Que estaba muerta?
una batalla campal
sólo soy paciente para mi enemigo
,
te dije jurándote la vida, ten fe

20/5/10

fantaseándonos
Nos he imaginado juntos,
me dices confesando
lo que ya los dos sabemos,
lo que siempre ha sido así,
que somos una pieza más
de un ideario llamado futuro
con el que fantaseamos
cuando el mundo va
demasiado mal para rendirnos.
Y me pregunto, mientras hablas,
cómo habría sido
cruzarme contigo en una calle,
tropezarnos cotidianos,
hasta medirnos con la boca
la distancia entre el hombro y el pie,
entre tu amor y mis manos,
cómo habría sido despertarnos
en esta cama que ninguno conocemos.
La realidad llama a la puerta.
Y nos abandonamos,
condenados a la inexistencia,
aunque tú pienses que te espero
cuando vuelves del trabajo
y yo haya preparado
una cena fría para dos,
nos abandonamos.

19/5/10

porque es tarde y viene lloviendo
tengo sueño, corazón
y hambre de besos
cuando el dolor es grande
Cuando el dolor es grande
quiero pintar mi cuerpo de azul
-también quiero romper cosas,
pero todavía me domino
y pienso que después
tendré que recogerlas,
porque no soy la protagonista
de una película de ficción
ni tú vas a venir a rescatarme-.

Cuando el dolor es grande
quiero llenar de agua,
como en Big fish,
mi bañera y tumbarme
con la ropa puesta
emulando, a lo cobarde,
a una flacucha Alfonsina.

Si es así, si el dolor es grande
y ya no sé cómo parar,
imagino que prendo fuego a los libros,
que voy a tener la paciencia de quedarme
sentada durante horas
en la misma posición
-pero me aburro y friego platos,
arreglo los armarios
o pongo en hora los relojes-.

Cuando el dolor es grande
fantaseo que me encuentran
desnuda y muerta en una calle,
que tú te enteras,
como siempre, tarde
y ando bajo tierra, calentita,
si apareces lampiño y con flores
tan horribles como todas.

Pero cuando sucede así
-cuando el dolor es grande
como estas tardes infinitas-
ando y canto por la calle
como si hubiese
convertido en escenario esta ilusión
y la salvación universal dependiese
del control con que te digo
que te quiero,
que estoy bien,
que no se ha muerto nadie.
you don't know anything about me
mentirnos, dijiste comiéndome la vida,
es la única manera de salvarnos.

18/5/10

A veces escribo al hombre que nunca tuve y que no existe,
al que añoro cuando bajo la cama se me apilan los muertos,
como aquella noche en que desperté de madrugada
deseando que volvieras a abrazarme
porque tenía miedo y estaba cansada y sola.

Hay algo terrible en todo esto,
quiero decir,
en echar de menos lo que nunca se ha tenido,
por ejemplo tú,
todos mis hijos,
el ruido que haces cuando te afeitas para una entrevista de trabajo
o la carita de Javier cuando se duerme entre mis brazos.

Sí, hay algo de cruel en todo esto
de soñar con un futuro que no es
como si Ariel jamás hubiese conseguido tener piernas
y yo me hubiese quedado en un principio interminable.

A veces escribo al hombre que nunca tuve
que no me hizo el amor, que no colonizó mis horizontes,
entonces se abre un vértigo capaz desde mi carne
como cuando, de una bofetada, tu madre te bajaba
del barco que habías improvisado
antes de ir otra mañana al colegio.

A veces escribo al hombre que no existe
como una víctima idiota de todos esos cuentos de la infancia
con mujeres sumisas, silenciosas, pálidas de enfermedad,
muertas de hambre
y hay
algo de terrible en todo esto.
Supe que su cama se había hecho un pozo, por el gemido roto que escapó de sus labios cuando apagaron la luz. Va a ahogarse, temí refugiado entre mis mantas. La escuché durante horas. Al amanecer sonreía, como siempre, y yo seguía sin entender nada.

17/5/10

1.
Está la tierra llena de muertos de ninguna parte
cuando te despides de mi abismo
como si no estuviera en primavera. *

2.
gritó quijote molinos
y dije que había pisado gigantes

3.
el mar me dio las gracias por la sal
y en cada rincón donde sembré lágrimas
habían crecido cerezos silenciosos

16/5/10

Cuando escucho ciertas notas
en la radio que improviso por las tardes
me traslado a los meses de verano
-no importa que hoy esté leyendo
a Joan Margarit en un hostel barato -,
mi corazón se incendia de noches y oleajes,
sintiendo que vas a secuestrarme otra semana
para alejarme del mundo, de mis padres y el recuerdo,
como hacías antes.


*
-¿Por qué está usted otra vez aquí? -preguntó con voz cansada-. Le he dicho ya mil veces que no llame a esta puerta, que aún no es la hora.
-Lo siento... pensé que mi reloj se había parado, sólo quería com...
-Pues no se ha parado, marcha bien -respondió interrumpiéndome con seriedad-, y no sé preocupe, de verdad, será usted la primera en enterarse cuando llegue el momento... -continuó con paciencia y un deje de tristeza.
-Ya no volveré a hacerlo.
-Siempre dice usted lo mismo.
-Es que siempre miento...
Después la puerta se cerró y se apagaron las luces. Escuché el ruido de los pasos perdiéndose en el corredor interminable y me senté en el escalón debajo de la noche. "Aguanto cinco minutos más y me largo", me autoconvencía mirando una y otra vez el reloj. "A menos cuarto me voy", y después, más tarde, pasaba a un "a las y cuarto ya no espero más".
Eran las cuatro de la madrugada cuando una sombra se acercó silente:
-¿Qué hace usted ahí, señorita? -inquirió una mujer llena de años.
-Esperando a que me abran -respondí señalando levemente hacia la puerta a mi espalda.
-¡Pero, tesoro, ahí no vive nadie, qué tontería! -se sorprendió la mujer frunciendo el ceño con preocupación-. No es cosa para niñas jugar con los fantasmas -me dijo tendiéndome una mano.
Pero la rechacé. Pensé que estaba loca. Miré otra vez el reloj. Seguí esperando. Amanecía cuando comenzó a llover y se rieron los gatos. A mí ni siquiera me importaba.

15/5/10

llevabas la arena entre los dedos, sólo podía concentrarme en tus manos. el tiempo no existe dijiste dejándola ir, nosotros lo inventamos. pero yo te había inventado a ti, yo nos había inventado, no podía prescindir también de la agonía del instante.

13/5/10

-Hablemos de administración, ¿con qué quieres quedarte?
-¿Contigo?

12/5/10

lenguajes
me dices que conoces mis rincones
que has oído las historias susurradas en la noche a mis caderas
que el perro que te ladra cuando gruño, cede siempre que lo llamas por su nombre
que has decorado la cuna de mi espalda con besos invisibles olvidados mientras hablo
que tienes un refugio asegurado en la luna de mi cuello si se te pone el mundo feo
me dices tantas cosas que no entiendo...
prometes que has escrito nuestra historia en islas imposibles de mis manos
y trazas círculos concéntricos en la curva de mi pecho asegurando diana
pero ya no tengo corazón, no tengo nada, te increpo equilibrista
cuando me responde tu risa asegurando
que sigo estando ciega, que soy pequeña,
que has preñado de naranjos mis lunares y mis rizos
que es verano aunque nos llueva


*es que la poesía hay veces que aunque no hable de nosotros sólo me sabe a ti

11/5/10

almuerzo tempestades
mientras ando en la tormenta,
de camino a una casa
que ya no es la tuya,
lo recuerdo como si fuera ahora,
como si fuera hoy el cruzar
la puerta sobre el charco
empapados del diluvio,
el deshacernos de la ropa
en plena entrada
para hacernos el amor como dos niños
a punto de morirse,
porque son las doce de la mañana
y los truenos
han traído las tinieblas de la noche
y el mundo va a acabarse
entre tus besos.
Lo recuerdo como si fuera hoy
que no estoy sola
que no me ha calado hasta los huesos
este caldo del cielo y de una ausencia
dejando mis manos tiritando
de barro y agua entre zapatos
que ya no son ni tuyos,
ni de nadie.
¿Has visto la miel de mis ventanas?
Cazo caracolas y aviones de los que te olvidas,
de los que me mandas sin querer
cuando, durmiendo, sólo sueñas conmigo
-a medias entre un soy y existo-.


*

7/5/10

Me dijo buenas noches como si no pretendiese marcharse nunca. No supe qué responderle y se quedó dormido tan profundamente que me molestó su paz en mi territorio.

5/5/10

elemental
ábreme la puerta de tu infierno
que traigo hielo

3/5/10

Habíamos cerrado las ventanas porque el viento estaba levantando todos los folios obligándolos a volar cerca del techo.
-¿Te acuerdas cuando hacíamos aviones de papel? -me preguntaste recogiendo una vieja carta de amor.
-Me acuerdo de cuando hacíamos barcos -contesté sentándome en el suelo para apilar los diferentes documentos.
-Y se nos hundían todos -señalaste arrojándome la carta hecha avioneta.
-Por las tormentas...
-Porque eran de papel.
-Pues igual que nosotros -te dije y pusiste esa cara concentrada que ponías siempre que te recordaba que no existías, que sólo eras parte de mi imaginación.
campo de minas
El tiempo, el futuro, el corazón:
malditos trastos.

2/5/10

-Baila conmigo -se burló saliendo descalzo a la terraza mientras lo observaba hecha un ovillo en el sillón. Todavía llevaba la copa en la mano y la usaba como compañera provisional mientras intentaba tentarme con una sonrisa.
-Tengo demasiado sueño para bailar -ronroneé estirándome en el sofá.
-Tienes demasiados sueños como para no hacerlo -insistió tendiéndome una mano aparentemente inocente.
Al final bailamos. Bailamos y todo lo demás.