13/12/09

-Siempre olvidas las cosas importantes -me dijo al tiempo que se abrochaba el abrigo con movimientos firmes.
-Lo siento -murmuré arrebujándome más en mi bata roja. Ni siquiera sabía cómo había podido pasárseme. Se acercó y me propinó un beso seco en la frente.
-No te disculpes -indicó abriendo la puerta de la calle-. Pero la próxima vez tienes que acompañarme -asentí sin saber muy bien qué decir, sintiéndome todavía abrumada por el remolino de los acontecimientos-. ¡No pongas esa cara de pavisosa!
-Perdón... -repetí sin darme cuenta.
-¡Oh, Dios mío! -se rió desesperado soltando el pomo de la puerta y abrazándome cálidamente-. No tienes remedio...

3 comentarios:

Gabiprog dijo...

La proxima vez que seas tú quién salga por la puerta.

:)

DANI dijo...

Precioooosssooo. A eso se le llama querer a alguien ;)

Besos olvidadizos

DANI dijo...

Por cierto, parece que en cada post te esté haciendo la pelota ja ja ja, pero es que de verdad que me emociono cada vez que te leo.

Más besos