30/12/09

Se miró en el espejo, abrazada por la toalla, los ojos opacos. Al principio fue emocional desnudarse y agarrar las tijeras, dejar ondear su melena rizada, sujetar el primer mechón y herirlo sin remisión. Después, cuando las mejillas se veían despejadas, pudo pensar si seguir, o abandonarlo.

No hay comentarios: